Tras muchos años de experiencia dentro del mundo de la empresa, Emilio Martínez, coach en Girona, se hace consciente de la necesidad de aportar nuevas ideas que se centren en el individuo, y en consecuencia este obtenga una mayor productividad a nivel personal y empresarial.
Fruto de toda su experiencia vital nace «Células de la abundancia» un camino que le permitió conocerse a sí mismo y que ahora nos ayudará en el tránsito de nuestro propio crecimiento personal.
Para aclararnos las ideas y darnos algunas pistas le hemos realizado una entrevista, en la que nos aporta su punto de vista sobre temas importantes que aborda en su propio libro. ¡No os la perdáis!
¿Por qué “Células de la Abundancia”?
En cuanto al título, responde a la denominación de un sistema que se basaba en el dinero y la confianza, el cual simulaba la mitosis celular, dividiéndose cada vez que se completaba el círculo a consecuencia de la entrada de nuevos participantes que entregaban el dinero a otras personas.
En otros países se le denominada «Giving». Las cantidades oscilaban entre los 200 y los 10.000€ aproximadamente. No había productos y/o servicios, sólo se entregaba dinero para proyectos de desarrollo personal, ecoaldeas, casas rurales, centros terapéuticos, etc.
Después se incentivó la entrada de todo tipo de participantes, tuvieran proyectos de esa índole o no, lo que hizo que se desvirtuase uno de los pilares fundamentales, el servicio a los demás, para darse servicio a uno mimo, dando lugar a múltiples movimientos emocionales entre los participantes.
Respecto a la parte filosófica, es un mandala, palabra sánscrita que significa “círculo’ y representa mediante el equilibrio de los elementos visuales la unidad, la armonía y la infinitud del Universo.
Mediante esta simbología se pretendía armonizar el sistema y a sus integrantes dentro de una dinámica de energía positiva y de cohesión. La filosofía y las herramientas en las que se sustentaba estaban muy bien pensadas en su arquitectura, otra cosa fue su aplicación.
Es como cuando se construye un puente, una cosa es su diseño matemático y otro muy distinto su ejecución. Si los operarios no están suficientemente cualificados, se pueden cometer errores y el puente se vendrá abajo, primero la sustentación y luego caerá como un castillo de naipes.
¿Qué crees que hizo que este sistema no llegase a funcionar?
La inmadurez de una sociedad en la que la sombra, los miedos y la desconfianza aún no se han traspasado. También la ilusión de escasez y no merecer respecto a la prosperidad y el dinero. Son patrones muy arraigados.
Los medios de comunicación también jugaron un papel fundamental, al denostar el sistema tildándolo de estafa piramidal. Eso no era cierto. Uno de los problemas que se generaba al sistema era el movimiento de cash, el cual salía de los bancos, depósitos, cuentas a largo plazo y productos financieros de diferente índole se vieron amenazados al ser una situación nacional la que se vivía.
No eran un puñado de células, posiblemente habría funcionando miles de ellas por toda España. Se estaba desarrollando una economía alternativa, sin impuestos ni gravámenes fiscales, no se podía permitir, eso influyó notablemente en la generación de desconfianza, y en el principio del final tal como funcionaba en ese momento. Hoy todavía se sigue haciendo, de forma renovada y con sistemas reconvertidos, incluso en América latina.
¿Cuál es la enseñanza/aprendizaje más importante, para tu propio autoconocimiento, que has adquirido en este proceso? ¿Volverías a pasar por ello?
El aprendizaje ha sido amplio, sobre todo sobre mis propias proyecciones y el conocimiento en profundidas de las pulsiones humanas, cuando se roza la supervivencia respecto al dinero, la avaricia y la impaciencia en otro extremo. Lo que llevamos oculto, y solo eventos de marcada profundidad que hacen que saquemos a la luz.
Volvería a pasar por por ello desde la óptica actual y el aprendizaje experimentado. Creo que es una buena fórmula para trabajar patrones y desarrollar la confianza.
Aun así nuestra sociedad no está preparada en su conjunto para estas experiencias tan potentes. Solo en algunos grupos reducidos de alta conciencia se aplican determinadas fórmulas basadas en economías alternativas que tiene en cuenta los factores y valores que la industria del sistema no tiene en cuenta, al estar centrada solo en los beneficios y no en el ser humano.
Creo que la humanidad puede llegar a esos niveles de confianza y cooperación en su conjunto, si no acabamos antes con la raza humana, puesto que con los animales y el ecosistema ya lo estamos consiguiendo.
A través de tu propia experiencia abordas temas importantes como es el ego, ¿crees que es algo negativo como se piensa? ¿Debemos ignorarlo o aprender a trabajarlo y convivir con él desde otra perspectiva?
El ego no puede ignorarse o reprimirse. Siempre buscará el modo de reaparecer disfrazado de lo que haga falta, hasta del santo más humilde, pero estará agazapado si no se opera desde el ser. Hemos de aprender a negociar con él, puede tener sus espacios a condición de que sepamos quiénes somos y estemos al servicio de nuestra esencia espiritual.
Según la teosofía actuamos normalmente desde el mental inferior, es decir el ego “pequeño”, el que nos protege, nos ensalza y nos hace creer que somos más valiosos que los demás. Con este hemos de tener especial cuidado, porque puede adueñarse de nosotros y perderemos nuestra verdadera identidad, al identificarnos con lo que no somos.
El mental superior, es el espacio del ego “grande” el que sabe realmente quien o que es y de donde dimana, en este espacio reinan la comprensión, la aceptación, la unidad, la visión, la generosidad y el respeto, unidos al servicio a los demás, lo cual hace patente que este ego es el real y el otro el ilusorio.
Este último es el Ego, es decir el YO con mayúsculas que hemos de fomentar y desarrollar.
Si quires más información sobre este tema o estás preparad@ para un cambio en tu vida contacta conmigo y transitaremos juntos el camino.
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